Por Jessica Fernandez y Lúcia de Oliveira Fernandes*
El día 3 de marzo del 2017 se realizó el Encuentro “¡Berta Vive! COPINH Sigue“, en el Centro de Estudios Sociales-CES de la Universidad de Coimbra, Portugal. Este es un resumen de las presentaciones y debates habidos en este espacio.
Organizado por la Oficina Ecología y Sociedad y la Asociación Coímbra en Transición, este encuentro tuvo el objetivo de brindar homenaje y exigir justicia por el asesinato de Berta Cáceres, defensora indígena lenca del medio ambiente en Honduras y fundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras-COPHIN, así como de dialogar acerca de la situación que viven los defensores y defensoras de la naturaleza y de los derechos humanos en todo el mundo.
Jessica Fernandez, natural de Honduras, hizo referencia al informe de la Organización Global Witness que señala Honduras como el país más peligroso del mundo para el activismo ambiental. Esta es una situación que se agudizó después del Golpe de Estado en 2009, cuando se aprobó la concesión de 47 hidroeléctricas y la venta de ríos y otras fuentes de agua sin la consulta previa estipulada en el Convenio 169 de la OIT, firmado por Honduras en 1994. Por tanto, el actual gobierno ha invertido de forma prioritaria en la minería, silvicultura, agroindustria y presas hidroeléctricas. Además, un año después de la muerte de Berta Cáceres, las cosas no han cambiado para los ambientalistas y defensores de la tierra y los recursos naturales. No se ha logrado la anhelada justicia donde sean capturados los autores intelectuales del asesinato. Continúan los asesinatos a otros activistas y defensores de la tierra, de los ríos, en fin… de la vida.
Por tanto, Berta Cáceres representa la lucha por los territorios, por los derechos de los pueblos indígenas, por el ambiente, por las mujeres. Representa la lucha contra el patriarcado y el capitalismo. Una lucha frontal sin precedentes, contra el Gobierno de Honduras, las empresas privadas y transnacionales, los bancos nacionales y extranjeros, la jerarquía religiosa, que son los principales opresores de los pueblos. Esa lucha ha impactado a nivel internacional. Sus hijos continúan con la lucha, pues aún hay mucho por hacer, como sea lograr la cancelación total del proyecto de Agua Zarca, que en este momento se encuentra cerrado solo de forma temporaria. Esta no es una lucha contra el desarrollo, pero una lucha para reconstruir el desarrollo para que este sea basado en la dignidad humana, en el respeto a la naturaleza, en el bienestar de las comunidades, en un entorno de armonía entre los seres humanos y los bienes comunes, tal como lo expresó Berta.
Marcelo Firpo, investigador de la ENSP/FIOCRUZ, Brasil, hizo una intervención refiriendo que Berta Cáceres vive y no está sola. Ella está acompañada en la lucha y en la resistencia, pero también en la violencia que se comete todos los días contra los ambientalistas populares en varias partes del mundo. Nuestro mayor tributo “es traer la presencia viva de todos los guerreros y guerreras para nuestra cotidianidad”, ha dicho. Según datos de la Comisión Pastoral de la Tierra, en 2015 ha habido 50 muertes de campesinos, trabajadores rurales, militantes del Movimento Sem Terra, indígenas, quilombos, etc., relacionadas a conflictos por la tierra en los últimos 12 años. La lucha es contra un modelo de desarrollo que desprecia la vida y la naturaleza.
Marcelo refirió dos puntos importantes: “¿cuál es la respuesta de la academia para enfrentar la lucha y el sufrimiento y fortalecer el sueño de los que construyen la realidad cotidiana de la lucha por la tierra, por la agroecología, por una sociedad más libre, más justa, no capitalista ni colonial, racista o patriarcal? En Brasil hemos construido una sólida alianza, entre varios sectores de la academia militante, como la salud colectiva, con los movimientos sociales. Desde esa alianza hemos afirmado un concepto de salud diferente. Es más que no estar enfermo o morir lo más tarde posible, en un mundo de desigualdades salud es también la capacidad de resistir y luchar para transformar una realidad indigna. Por eso, tal vez la mejor definición de salud sea: ‘¡salud es dignidad!'”.
La búsqueda por el conocimiento debe ser parte de ese proceso, por tanto, una academia que no se conecta a ese desafío, a esa búsqueda, se hace pequeña, se convierte en un espacio de alienación, acomodación y cobardía. No importa donde estemos, si en Honduras, Brasil o Portugal; la academia con la que soñamos y buscamos vivir no es pequeña. Por tanto, no huye de esa incesante búsqueda por el conocimiento y la dignidad.
Por su parte, Arlindo Marques y Armindo Silveira, del Movimento pelo Tejo Pro Tejo, dieron sus testimonios del movimiento y la lucha contra la contaminación y muerte del río Tejo en Portugal, que en el pasado era el sustento de las poblaciones que habitan a la orilla del río y tenía una biodiversidad exuberante. A la falta de acción de las autoridades responsables, se junta la visible contaminación producida por la Industria Celtoje de pasta y papel, y aún otro tipo de contaminación no visible: la contaminación radioactiva de la Central Nuclear de Almaraz, a pocos kilómetros de la frontera en España. La lucha para cerrar la central ha sido una de las banderas del movimiento. Arlindo Marques se refirió a las amenazas que ha recibido – una de las cuales puso en peligro su vida y la de su hijo el año pasado – todo “por ser un guardián del río produciendo imágenes, vídeos y acciones para proteger a su amigo Tejo”. Al final de su participación afirmaron que después de conocer la historia de Berta, la llevarían con ellos a la protesta contra la contaminación del río Tejo, que tuvo lugar el día 4 de marzo en Vila Velha de Rodão, Portugal.
También hubo participaciones de Verónica Yuquilema, ecuatoriana y estudiante de doctorado en el CES. Verónica resaltó que no deben ser ignoradas las luchas que se llevan a cabo en el Sur Global, que incluye realidades y contextos diferentes, pero se convierten en una sola lucha por la vida y por los derechos, contra un sistema capitalista. Por su parte, Ana García de Colombia, de la Universidad de Coimbra, destacó las luchas y resistencias de los grupos en Colombia que durante muchos años han plantada cara a las infraestructuras. Muchas poblaciones indígenas se encuentran afectadas y esa parte del conflicto armado en ese país no debe ser ignorado.
Por su parte Sérgio Pedro, jurista y coordinador de la Plataforma Portuguesa No a los Tratados Transatlánticos (TTIP, CETA y TISA) expresó que existen procesos similares de movilización popular en América del Sur. Un ejemplo es el del pueblo Mapuche, ubicado en el centro-sur de Chile y en el suroeste de Argentina, que lucha contra los terratenientes, exigiendo que salgan inmediatamente de sus territorios sagrados. De acuerdo con sus argumentos legales presentados a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y confirmado en 2014 por este mismo Tribunal, la asignación de territorios sagrados con el fin de participaciones industriales sin consultar a los pueblos indígenas constituye una violación del Convenio número 169 de la OIT.
En conclusión, las palabras de Marcelo Firpo ilustran el sentido del homenaje a Berta Cáceres:
Nuestro tributo a Berta Cáceres y a tantos otros asesinados en la lucha por la dignidad necesita ser honrado no apenas por la memoria y por actos como los de hoy. El mayor de los tributos que investigadores y grupos académicos pueden hacer es la construcción de un conocimiento emancipatorio, que fortalezca la lucha campesina, de los indígenas, de las mujeres, de los ambientalistas populares en cualquier lugar donde haya opresión y destrucción de vidas y ecosistemas.
*Jessica Fernandez (jessifernandez05@gmail.com) es estudiante de doctorado en estudios de desarrollo en el Instituto Superior de Economía y Gestión de la Universidad de Lisboa Luúcia Fernandes (luciaof@gmail.com) es investigadora post-doctoral en el Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra y del Centro de Investigación en Economía y SociologíaOrganizacional de la Universidad de Lisboa y realiza investigación-acción sobre conflictos ambientales y alternativas locales al modelo de producción y consumo.